He leído algunos libros y hemos conversado con muchas mujeres casadas. Pero, algo que aprendí de mujeres sabias que reflejan una correcta vida cristiana es que sus hogares y la relación con sus esposos están basados en los principios bíblicos.
Comparto algunas ideas que aprendí de esas mujeres sabias y de mis lecturas favoritas:
- La tarea que Dios te ha encomendado no es cambiar a tu esposo, sino amarle, seguirle, ayudarle y servirle.
- Tu compromiso de seguir el plan de Dios transformará la atmósfera de tu hogar y mejorará el clima de tu matrimonio.
- Procura comunicarle a tu esposo lo mucho que aprecias sus muestras de amor para contigo.
- Pregúntale a tu esposo, cómo puedes ayudarle y verás cómo él abre su corazón hacia tí.
- Respeta a tu esposo y busca que la conversación que tengas con él sea cariñosa.
- Ora por tu esposo y busca algo que puedan hacer juntos.
Yo hice una promesa hace poco. El deseo de mi corazón es amar, respetar y cuidar a mi amado esposo y vivir siempre conforme al corazón de Dios. La tarea no es fácil, pero como siempre digo, tener un esposo bueno y que vive de acuerdo a los principios escritos en la Biblia, es fácil amarlo.
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