En los últimos tiempos se habla
mucho de los recursos humanos como los más valiosos que tienen las
organizaciones empresariales, razón por la cual, las corporaciones están
orientando sus esfuerzos a fortalecer sus capacidades por el bien de las
instituciones, pero también por la mejor calidad en el trabajo de las personas. En toda organización,
especialmente en aquellas que trabajan directamente con personas como las
microfinancieras, hay talentos escondidos que deben ser descubiertos para el
beneficio de las mismas personas, pero también de las instituciones.
Es de suponer que esta tarea es
responsabilidad de quienes están en las jefaturas o gerencias. Un buen jefe no
es el que manda con autoridad, sino que el mejor armoniza los recursos de las
personas que tiene a su cargo. Por cierto, que un jefe “corto de vista”,
difícilmente descubrirá talentos en su área, y menos reconocerá el buen trabajo
de sus subordinados.
Es necesario conocer mejor a su
equipo de colaboradores, en todo el sentido de la palabra. Aprenda a reconocer
las virtudes y cualidades del personal. No todas las personas tienen la misma
aptitud y actitud para lograr las metas y estar comprometidos con la
organización. También conozca mejor la potencialidad del equipo que trabaja con
usted. Hay talentos escondidos que debe ir descubriéndolos poco a poco.
En ese sentido, sepa quién es
quién. Cada persona tiene fortalezas y debilidades, y es en ese ámbito donde el
jefe debe asignar tareas específicas. Un mal que tienen las IMF es precisamente
asignarles metas iguales a todos, una cosa es la meta organizacional y otra, la
personal. A quienes tienen más talento, obviamente se le exige más, pero
también se les remunera más. No todos pueden ganar igual. El que produce 100 no
puede recibir lo mismo que el hizo 30 ó 60. De ahí que bonificaciones por
productividad mejora el trabajo de las personas e impulsa la calidad. Escribo
“calidad” no cantidad. En la industria microfinanciera fácil es colocar por colocar
los créditos, y al final terminar con carteras atrasadas, vencidas, moras y
hasta sobreendeudamiento.
Para el jefe o gerente, el estilo
del liderazgo del equipo dependerá de su posición como autoridad. Hay quienes
creen que “autoridad” es gritar, decir una palabrota y mandar. Que lejos de la
verdad. Se predica con el ejemplo y se comprueba en el campo.
Uno de los problemas que tienen
las entidades microfinancieras es la correcta selección de analistas y
asesores. Hay personas que están dando vueltas por las organizaciones, pero no
son eficientes. Salen de una IMF y luego pasan a otra. El haber estado en
varias organizaciones no necesariamente es buena experiencia, sino deficiente
actividad laboral, razón por la cual cambian de trabajo como de blusa o camisa.
Sepa evaluar a un postulante antes de tomarlo como colaborador. Seleccione
mejor al personal y siga con las formas técnicas, pero también vea la
actitud de las personas. No confunda “actitud” con “aptitud”. Es muy importante
la actitud, porque las aptitudes se pueden aprender en el tiempo, pero la
actitud nace de la persona.
También valore a las personas por
sus logros y felicitarlas por las metas alcanzadas. Alégrese con sus
colaboradores y tome sus logros como si fueran suyos, porque también a usted
los beneficiarán, pero reconózcalo públicamente. No asuma el buen trabajo de
ellos como si fuera suyo.