AUTORA DE LA NOTA |
“El cliente siempre tiene la razón” era un clisé que se enseñaba
hace muchos años en las escuelas de negocios, hasta que se descubrió que efectivamente
el cliente tiene la razón, excepto cuando lo que busca afecta económicamente al
negocio o cuando su pedido va contra los principios éticos y morales del mismo.
En esos casos, el cliente no tiene la razón. En estos tiempos globales todo ha cambiado con relación a los
postulados de antes. Ahora, todo usuario es un cliente y no necesariamente la
persona que va a adquirir un producto o servicio. Muchas veces, en algunas
industrias, el “comprador” es también “vendedor”. Eso pasa con la industria microfinanciera, por ejemplo. Un
analista de negocios o créditos es un “vendedor” de un servicio (crédito) que
busca colocar su producto (dinero) en un cliente. Pero a la vez, es también un “comprador”
de una institución que ofrece diversos servicios financieros y “compra” la aprobación
de la persona que adquiere el servicio.